Por fin llegó el fresquito y por fin pudimos darnos el capricho de saborear por primera vez un buen caldo gallego. Peregrina de corazón aún no lo había catado y ya que no pude hacerlo este año in situ, decidí hacerlo yo en casa. Resultado: un plato sabroso, para nada pesado y que apetece un montón cuando el frío aprieta.
Para hacerlo vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
- un manojo de grelos
- un caparazón de pollo
- un trozo de tocino
- 250 grs. de panceta
- 2 chorizos
- 250 grs. de judías blancas(previamente remojadas unas doce horas)
- un poco de repollo
- 1/2 kg. de patatas
- 4 litros de agua
- sal
Empezamos colocando en la olla el caparazón de pollo, el tocino, la panceta, los chorizos y las judías blancas. Añadimos el agua y ponemos a hervir. Desespumamos y dejamos cocer 45 minutos.
Mientras, lavamos bien los grelos y los picamos, descartando los tallos, sólo queremos las hojas. Pelamos y picamos las patatas, chascándolas en trozos un poco más grandes que para tortilla.
Pasados esos 45 minutos, retiramos el caparazón y el tocino. Añadimos los grelos, el repollo y las patatas. Probamos el caldo y rectificamos de sal. Cocemos hasta que las judías estén tiernas. Apagamos y reposamos tapado unos 15 minutos. Servimos y a disfrutar. No hace falta decir que de un día para otro está muuuuucho mejor.
Quiero dedicar esta receta a todos los peregrinos del Camino de Santiado y, especialmente, a mis peregrinos del corazón, aquellos que nos han acompañado en la distancia cada vez que nos hemos calzado las botas. ¡Ultreia!
Comentarios
Besossss guapaaaaa
feliz domingo